La bandera cubana fue enarbolada por primera vez en 1850 en la ciudad de Cárdenas por un grupo de insurrectos contra la corona española.
Las tres listas azules representan los departamentos en que se hallaba dividida la Isla en aquellos momentos. Las dos listas blancas evocan la pureza de las intenciones independentistas del pueblo cubano. El triángulo equilátero representa la libertad, la igualdad y la fraternidad, ideales revolucionarios de fuerte ascendencia en los cubanos. El rojo del triángulo es el anuncio de la sangre que sería necesario verter para alcanzar la independencia. La estrella solitaria es símbolo de absoluta libertad entre los demás pueblos.
Al iniciarse la primera Guerra de Independencia, el 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes mandó diseñar otra bandera, que es la que figura junto a la enseña nacional en la sala de sesiones del Parlamento cubano.