De los dones que nos regaló la naturaleza, la flora de Cuba es uno de los más admirados por compatriotas y foráneos. Pocos son insensibles al verdor profundo de nuestras montañas y sabanas, cuando la lluvia es pródiga, ni al restallante colorido de las flores cubanas, entre las cuales hay especies raras y muy bellas.
La flora cubana tiene más de 6 500 especies sólo de plantas con semillas, de las cuales aproximadamente la mitad son endémicas, valores superiores al resto de las Antillas; por tanto, Cuba es el principal polo de diversidad vegetal en el Caribe insular. La especie vegetal exótica más utilizada en Cuba es la caña de azúcar, que junto a la palma real constituyen los elementos florales más típicos de la geografía cubana.
Los científicos consideran que la región de Moa, al norte de la provincia de Holguín, está entre las más antiguas de la isla y además es llamada "jardín de Cuba" por los botánicos por dos razones: muestra una flora rica en especies y es la de mayor endemismo vegetal. La Sierra del Rosario ha sido declarada Reserva de la Biosfera debido a la presencia de un reservorio muy especial, tras un concienzudo trabajo de reforestación iniciado en la década de los 80.
En Cuba, además de las especies autóctonas, hay otras que han sido introducidas de diferentes partes del mundo, muchas se han adaptado tan bien a nuestro clima que hemos llegado a creerlas nuestras. Tal es el caso de plantas medicinales como el mastuerzo y la albahaca morada, árboles como la casuarina y el eucalipto, así como las especies florales que se observan en nuestros jardines como rosas, claveles, gladiolos y otras.