Primer mes de la epidemia de Covid19 en Cuba:
El primer caso cubano se reportó el 11 de marzo del 2020. En el resto del mundo ya existían desde hacía más de un mes numerosos países con una presencia alarmante de la enfermedad y una elevada mortalidad.
Antes, en el mes de enero, en Cuba se había diseñado y comenzado a implementar el Plan de Medidas para el Enfrentamiento de la COVID-19, el cual involucró a todos los organismos de la Administración Central del Estado, las empresas, el sector no estatal y la población en general. Además, se aplicó una vigilancia permanente de los síndromes respiratorios, y como resultado de este programa se identificaron e ingresaron casos sospechosos de COVID-19 que resultaron negativos.
La presencia de la enfermedad en Cuba presentó otros tiempos que en muchos países del mundo, y empezó tarde en relación con Europa y América. También ha tenido una incidencia menor que en esos continentes. Se puede plantear la hipótesis de que las acciones sanitarias adoptadas por el sistema nacional de salud, sumadas a las regulaciones sociales implantadas por el Estado, lograron ralentizar al menos en este primer mes el avance del contagio entre la población cubana.
En día 10 de marzo de 2020 fueron identificados cuatro turistas procedentes de la región italiana de Lombardía con sintomatología respiratoria, que se encontraban hospedados en un hostal en la ciudad de Trinidad, provincia Sancti Spíritus, y que habían arribado en días recientes por el aeropuerto de La Habana. Fueron ingresados en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y al día siguiente se confirmó que tres de ellos resultaron positivos, con lo cual se convirtieron en los tres primeros casos diagnosticados en Cuba.(12) Luego se iniciaron las acciones de vigilancia y control epidemiológico a las personas identificadas como contactos, los cuales estaban asintomáticos.
El 12 de marzo se confirmó el tercer caso positivo al nuevo coronavirus SARS-CoV-2; fue un cubano residente en Santa Clara, provincia de Villa Clara. A partir de esa fecha, la vigilancia epidemiológica identificó a otros 356 pacientes, de ellos 101 extranjeros, que fueron detectados como sospechosos e internados en las instituciones habilitadas para el aislamiento y seguimiento de la enfermedad. El MINSAP dispuso 2472 camas para la atención médica relacionada con el coronavirus, en 11 hospitales y 18 centros de aislamiento. Esto constituyó una fortaleza, pues estas facilidades de ingreso permitían sacar de la comunidad a las personas sospechosas y a contactos de los casos positivos, y con ello ayudó a disminuir el número de contagios y estableció una diferencia con muchos países del mundo, donde se presentó una gran crisis de instalaciones hospitalarias y personal médico para atender a los afectados por la enfermedad, como sucedió en Italia, España e incluso en los Estados Unidos de Norteamérica.
En los primeros días la vigilancia estaba centrada en la detención de casos sospechosos de la enfermedad, que eran las personas con sintomatología respiratoria y que provenían de un área donde hay transmisión en el extranjero, fueran turistas o cubanos de viaje. Una vez identificado el caso sospechoso, era aislado en una institución y se le realizaba un estudio epidemiológico, se identifican los contactos que había tenido en los últimos 14 días y a estos se les realizaba una evaluación clínica. Tales acciones refuerzan lo comentado en el párrafo anterior.
A partir de este momento continuaron apareciendo casos, hasta totalizar 564 casos al final del primer mes, el 9 de abril. Se encontraban ingresados para vigilancia clínico-epidemiológica 1867 pacientes y 1217 de ellos sospechosos. Se estudiaron 1298 casos y 49 de las muestras resultaron positivas (los casos positivos). Se analizaron hasta esta fecha 12 023 muestras.