La historia del ron cubano se remonta a 1493. En su segundo viaje a América, Cristóbal Colón trajo los primeros plantones de la caña de azúcar. En un inicio fueron los indígenas quienes descubrieron sus virtudes, al exprimir los tallos para tomar el dulce jugo. Después el trapiche, las refinerías y los ingenios trabajados por esclavos africanos se encargaron de multiplicar la producción. Ya a fines del siglo XVI Cuba era considerada la reserva azucarera del mundo.
El mundialmente conocido licor, obtenido como subproducto de la dulce planta, preside celebraciones, encuentros amorosos y otros momentos felices… aunque también suele estar presente en cuitas sentimentales.