El sombrero de yarey, usado desde siempre por los campesinos cubanos para ampararse de los fuertes rayos del sol, es de alas anchas, fresco, de poco peso, barato y de fácil confección. En la manigua, los mambises también llevaban ese sombrero con una diferencia: el ala frontal virada hacia arriba y en este sitio, una escarapela con la insignia nacional.