En sus ocho salas los visitantes pueden apreciar exponentes singulares de la fauna del territorio pinareño, así como de otras latitudes, con especial énfasis en las llamadas trigonias, consideradas los fósiles más antiguos del archipiélago cubano.
Asimismo, destacan entre la muestra los restos fósiles del plesiosaurio, enorme animal marino que tuvo su hábitat en las aguas que hace millones de años cubrían el área que ocupa en nuestros días Pinar del Río.
Localizado desde hace poco mas de 20 años en el otrora Palacio de Guash, debe su nombre al doctor Francisco Guash Ferrer, quien asumió la construcción del recinto en la segunda década del siglo XX y posteriormente fue donado a las autoridades después de 1959.
Las peculiaridades de su construcción están en la diversidad de estilos, pues se conjugan armoniosamente el friso jónico, el pórtico hindú, el capital dórico y la ojiva árabe, todo lo cual le otorga un valor arquitectónico monumental.